
Abuela, te fuiste un domingo de comida familiar por la madrugada.
Abuela, te fuiste y me da la impresión que tú fuiste quien tumbó las redes sociales para que estuviéramos completamente presentes en tu funeral y en tu entierro.Â
Abuela, te fuiste de poco en poco. Primero tu memoria, luego tus ganas de hablar y tu escucha.Â
Abuela, sólo asà te puedo escribir, sin la pantalla, sin los renglones de la libreta, sin la lógica de por medio.
Sólo asà Me atrevo a decirte adiós definitivamente.Â
Abuela, vives en mÃ, cada que veo los numerosos vellos faciales que me recuerdan a los tuyos.Â
Abuela, para mà era inconcebible que te fueras sola.
Gracias por dejarme verte y acompañarte en tus últimos momentos en este viaje compartido y entregarte a la sagrada muerte.Â