Reconstruirse entre la vida y los estadios.
Tejer puentes que se habÃan destejido.
Volverse a hacer, y que las amistades en las butacas me abrieran enteramente los brazos y el corazón.
El año se fue entre amistades y estadios.
Entre personas muy diversas, pero que su bien común es el buen corazón.
Entre reencuentros familiares con el fútbol.
Entre abrazos a desconocidos que se volvieron entrañables, en medio de la euforia total de goles mágicos.
Entre celebraciones, cervezas y papitas con mi compañero de vida.
Amistades entre butacas.
Amistades y estadios, este año y siempre.
